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Psicóloga Vecindario APEGO SEGURO

 


APEGO SEGURO

Bowlby (1969), padre de la teoría del apego, entendía que poder establecer una relación cálida, íntima y continuada generaba satisfacción en madre e hijo (apego), era esencial para la salud mental del bebé. Esta interacción transforma ambos cerebros a través de la oxitocina, la prolactina, la amígdala… En el cerebro de la madre se produce una reorganización neuronal: mejora el aprendizaje, la memoria, la motivación, la valentía, la vigilancia, la mentalización, las conductas de protección, contacto y cuidados hacia el bebé.

En los primeros meses el niño estará muy centrado en su madre, será poco a poco que otras personas puedan ir entrando en esa diada. Esto puede generar frustración o impaciencia, por sentirse excluido el tercero. Es fundamental para la madre que las personas que estén más cerca sean una fuente de apoyo. La disposición para ayudar facilitará que el niño pueda ir generando un apego seguro con los adultos.

Bowlby inculcó una forma de entender el psiquismo enfatizando el papel clave de los vínculos afectivos en todo el ciclo vital: en el desarrollo sano de la personalidad y la psicopatología, y en la psicoterapia. No puede entenderse el desarrollo psicológico del niño de forma aislada, sino en su contexto relacional (principalmente la familia y después los vínculos sociales) (Ezquerro, 2017).

La construcción de un apego seguro permite en el niño regular la distancia para explorar con confianza. Crecemos sabiendo que en caso de necesidad podemos volver a nuestra base segura.

Aspectos clave en la construcción del apego seguro son (Arwen Caban):

·            Exploración.

·            Aceptación.

·            Conexión emocional.

·            Regulación emocional.

·            Afecto positivo.

·            Respetar.

·            Reparar.

El adulto debe animar y supervisar, transmitiendo tranquilidad y seguridad. Alentar, estar presentes, sonreír, acompañar, poner límites y acoger cuando el hijo necesita volver.

 

Algunos pensadores existencialistas ya mencionaban la importancia del vínculo madre-hijo:

«La madre amorosa enseña a su hijo a caminar solo. Está lo suficientemente lejos de él… pero extiende sus brazos hacia él e imita sus movimientos para que el niño pueda creer que no está caminando solo… Sin embargo, ella hace mucho más: su cara se ilumina como una recompensa, un estímulo. De este modo, el niño camina solo con sus ojos fijos en el rostro de su madre, no en las dificultades del camino… Se apoya a sí mismo gracias a los brazos de la madre, que en realidad no lo sostienen, y constantemente se esfuerza en avanzar hacia el refugio del abrazo maternal, sin suponer que en el mismo momento en que está haciendo hincapié en necesitarla… ya está caminando solo» (Kierkegaard, 1846. Citado en Sroufe, 1979, p. 462).

Además de lo anterior, Siegel y Paynece (2007) considera fundamental para el establecimiento del apego seguro:

·            La comunicación emocional: amplificar la alegría y el bienestar, disfrutar, el «sentirse sentido», el diálogo reflexivo (reconocer las señales del bebé, darle sentido).

·            La narración coherente: conectar pasado, presente y futuro, hacer narrativas centradas en la acción, los sentimientos, las sensaciones, creencias… Sirve para disfrutar de los sucesos agradables y tolerar y dar sentido a los perturbadores.

¿Qué aporta la construcción de un apego seguro a un niño?

·            Sensación de confianza y bienestar.

·            Adecuado desarrollo psicomotor.

·            Capacidad de expresión y regulación emocional.

·            Autoestima.

·            Capacidad de autocuidado y pedir ayuda.

·            Capacidad reflexiva y de mentalización.

·            Flexibilidad para adaptarse a los cambios.

·            Posibilidad de establecer relaciones saludables y satisfactorias.

«Tita, háblame. Estoy asustado porque está muy oscuro. Su tía entonces le preguntó: ¿cómo te pueden ayudar mis palabras si no me puedes ver? A lo que el niño respondió: No importa, si me hablas se enciende la luz»
(Freud, s. f., p. 224).

 Centro de Psicología María Jesús Suárez Duque

C/ Tunte,6 Vecindario (Frente al Centro Comercial Atlántico, a la derecha de la oficina de correos)

Pedir cita: 630723090

https://www.psicologavecindariomariajesus.es/

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