LA DEPENDENCIA Y LA IRA
Aunque encuentras el cambio aterrorizante y te resistes a
seguirlo, algunas veces te sientes atrapado incluso cuando te sientes seguro.
Las personas dependientes a menudo permiten que las ofendan, sometan o priven
emocionalmente para mantener la dependencia. Hará casi cualquier cosa para que
la persona permanezca con ellos.
Es probable que aceptes el rol de subordinado en las relaciones
que mantienes con los miembros de tu familia, pareja y amigos. Esto provocará
que te sientas enfadado (aunque podrías no ser consciente de ello). Te gusta la
seguridad de estas relaciones, pero te sientes molesto con la gente que te la
proporciona. De todas formas, no sueles expresarles tu enfado de forma abierta,
ya que podrías alejar a esas personas y las necesitas demasiado. Por ejemplo,
en caso de que su pareja le grite, y sienta que lo odia, se disculpa y le
promete que no lo hará otra vez. Muchas de las crisis de pánico ocurren cuando
te enfadas y no expresas tus sentimientos. La dependencia menoscaba la libertad
y la expresión de uno mismo.
Algunas personas dependientes expresan su malestar de una
forma más abierta; tienen la denominada “grandiosidad del dependiente”. Creen
que tienen el derecho de que los demás cubran sus necesidades de dependencia.
En este caso te enfadas con las personas que no te proporcionan tus necesidades
y las castigas con tu malhumor, actuando con irascibilidad o mostrándote
abiertamente enfadado.
Centro de
Psicología María Jesús Suárez Duque
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